El té verde conserva, al no estar fermentado, todos los componentes vitamínicos, antioxidantes y vitamínicos existentes en las hojas de té.

Entre sus numerosas propiedades cabe resaltar:

• Su contenido en vitamina A, C, E, Selenio y su riqueza en flavonoides y polifenoles le confieren un gran efecto antioxidante ya que combaten los radicales libres, refuerzan el sistema inmunitario y son muy beneficiosos en la reducción de los efectos del envejecimiento.
• Resulta muy adecuado para evitar la retención de líquidos y presenta, debido al limoneno y el ácido nicótico, principios lipolíticos por lo que resulta muy adecuado en tratamientos para adelgazar.
• Fortalece los huesos debido a su aporte de calcio, magnesio, flúor y fósforo.
• Favorece la eliminación del colesterol LDL (el malo) y en cambio puede aumentar el HDL (el colesterol bueno). También ayuda a combatir los triglicéridos.
• Tiene efectos ligeramente estimulantes debido a su contenido en cafeína y puede emplearse para aliviar tanto la fatiga física como la mental.

También se emplea como coadyuvante en el tratamiento del sobrepeso